Alain Hernández, el malo de ‘Sueños de libertad’: “Me considero bastante padrazo y sufro por no estar con mis dos hijos”
No parecía fácil encontrarle un sustituto a Amar es para siempre, pero Sueños de libertad, producido también por Diagonal TV para Antena 3, no sólo ha sido un digno sucesor como “culebrón” de sobremesas, sino que ha superado muchos días en audiencia a su predecesor. Sin embargo, tras el éxito hay un gran esfuerzo y mucho sacrificio por parte de su elenco para sacar adelante una serie diaria tan dura de grabar. Y eso es algo que sabe muy bien el “malvado” de la serie, Jesús de la Reina, a quien da vida Alain Hernández.
En su caso, el barcelonés de 48 años ha dejado su hogar -y a su mujer y sus dos hijos pequeños—para rodar en Madrid, por lo que vive alejado de los suyos para afrontar este importante protagonista en su carrera. “La conciliación no es fácil”, nos contó en la fiesta que organizó Diagonal TV por su 25 aniversario: “Mi familia está en Barcelona, yo estoy en Madrid de lunes a viernes y no tengo aquí a mis críos. Al menos así aquí puedo estudiar más, pero cuando me voy los fines de semana a mi casa tengo que estar por los críos y estudiando, y cuando ya los empaqueto a dormir me quedo como hasta las dos de la mañana con los guiones para poder saberme las secuencias del lunes.
De hecho, el actor nos confesó que realmente sufre por estar tantos días sin verles: “Los echo mucho de menos porque me considero bastante padrazo y me gusta estar, me gusta que ellos vean que estoy, con lo cual sufro la ausencia, no estar con mis dos hijos. Además, yo tengo la experiencia de que mi padre también faltó bastante en casa por trabajo y yo pensaba que yo no iba a ser así y por momentos el pensar que sí lo estoy siendo hace que me castigue un poco a mí mismo. Pero es lo que toca ahora”. Por suerte, nos contó, su mujer lo apoya incondicionalmente: “Ella sabía lo duro que iba a ser y en ningún momento ha tenido una palabra de consideración hacia el trabajo ni nada. Lo entiende perfectamente y tengo muchísima suerte de tener una mujer así”.
Además, hay otro motivo por el que hacer de malo no le está resultando nada fácil a Alain por otra cuestión, las secuelas físicas que le está dejando su personaje: “El otro día mi fisio me dijo que tengo la espalda destrozada de la tensión, de estar tan cabreado tantas horas y pegándole a la mesa. Eso sin querer uno se lo lleva a casa, lo físico. Porque además son muchas secuencias de estar cabreado con mi madre, mi mujer, mis hermanos, mis primos… y acabo muy cansado”. De hecho, desconectar le cuesta tanto que incluso en sueños sigue presente en la serie: “Ahora mismo mi sueño más recurrente es que voy a grabar y no me sé la secuencia”, dijo entre risas.